A propósito del Día Mundial de la Salud Mental: la procrastinación, enemiga del siglo XXI por superar y trascender (parte 2)

El primer paso para combatir el ocio es establecer metas claras y definir tus prioridades. Identifica qué es lo más importante para ti y en qué áreas de tu vida deseas crecer. Al tener objetivos específicos te sentirás más motivado y enfocado para utilizar tu tiempo de manera productiva.

  1. Crea una rutina: una rutina bien planificada puede ser tu mejor aliada contra el ocio.
  2. Diseña un horario que incluya tiempo para el trabajo, el estudio, el ejercicio, las actividades sociales y el tiempo personal.
  3. Aprende algo nuevo: el ocio puede ser una oportunidad perfecta para adquirir nuevos conocimientos. La adquisición de nuevos conocimientos no solo es enriquecedora, sino que también estimula tu mente y te ayuda a mantener la motivación en alto, aprender algo nuevo, como un idioma, una habilidad artística o una disciplina deportiva.
  4. Establece límites en el uso de la tecnología: establece límites en el uso de dispositivos electrónicos y redes sociales. Evita caer en la trampa de pasar horas sin propósito en internet y aprovecha ese tiempo para actividades más significativas.
  5. Cultiva tus pasiones y «hobbies»: el ocio puede ser el momento perfecto para dedicarte a tus pasiones y «hobbies». Elena Martel de Velásquez, profesional del TS, nos expone que la dedicación a la jardinería y cultivar lo verde por doquier constituye un excelente consejo cotidiano.
  6. Planifica actividades sociales: el ocio puede volverse abrumador cuando se vive de forma solitaria. Planifica actividades sociales con amigos y familiares. Organiza salidas, reuniones o actividades conjuntas que te permitan disfrutar del tiempo libre en compañía de personas que te importan. La interacción social activa la mente y aporta bienestar emocional.
  7. Realiza ejercicio físico: el ejercicio físico no solo es beneficioso para tu salud, sino que también es una excelente manera de combatir el ocio. Dedica tiempo a practicar actividades deportivas que te gusten, como correr, nadar o hacer yoga. El ejercicio no solo te mantendrá activo y en forma, sino que también liberará endorfinas y mejorará tu estado de ánimo.
  8. Contribuye a la comunidad: El voluntariado y la ayuda comunitaria son formas gratificantes de combatir el ocio. Dedica parte de tu tiempo libre a actividades solidarias en tu comunidad. Al ayudar a los demás encontrarás un propósito y una sensación de satisfacción personal.
  9. Lee libros y artículos: la lectura es una actividad estimulante que puede abrirte las puertas a nuevos mundos y conocimientos. Escribe crónicas, cuentos, haz volar tu imaginación en las letras.
  10. Practica la autorreflexión y el autocuidado: dedica tiempo a conocerte a ti mismo, meditar, relajarte o hacer actividades que te brinden tranquilidad y bienestar. El autocuidado es esencial para mantener un equilibrio emocional y mental, y te ayudará a enfrentar el ocio de manera saludable.

«El ocio no tiene por qué ser un enemigo. Con las estrategias adecuadas podemos aprovechar al máximo nuestro tiempo libre y convertirlo en una oportunidad para crecer, aprender y disfrutar de nuestras pasiones». Gracias, doctora Nadia Camargo.

«Nuestros cerebros siempre están buscando recompensas relativas. Si tenemos un círculo de hábitos alrededor de la procrastinación pero no hemos encontrado una mejor recompensa, nuestro cerebro continuará haciéndolo una y otra vez hasta que le demos algo mejor que hacer», dijo Judson Brewer, director de Investigación e Innovación en el Centro de Plenitud Mental de la Universidad de Brown.

Para reconfigurar cualquier hábito, tenemos que darle a nuestro cerebro lo que Brewer llamó «la mejor y más grande oferta». En el caso de la procrastinación tenemos que encontrar una mejor recompensa que evadir, una que pueda aliviar nuestros sentimientos desafiantes en el presente sin causar daño a nuestro yo del futuro. La dificultad de romper la adicción a procrastinar en particular es que existe un número infinito de acciones sustitutas potenciales que todavía podrían ser formas de procrastinación, dijo Brewer. Por ello la solución debe ser interna y no dependiente de cualquier cosa excepto nosotros mismos. Ahora ve a terminar de ordenar alfabéticamente esos frascos de especias antes de que se conviertan en lo siguiente que comiences a procrastinar.

El tiempo es un recurso invaluable y está en nuestras manos aprovecharlo al máximo. La procrastinación es un enemigo del siglo XXI que debemos superar y trascender para ganar tiempo al tiempo y alcanzar niveles de satisfacción vital, sin importar la edad.

¡Manos a la obra!

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