Márquez comenzó su carrera deportiva a los siete años y su esfuerzo y dedicación la posicionaron como una de las figuras emergentes de la natación salvadoreña.
EL SALVADOR.- La nadadora Celina Márquez vive por segunda vez la emoción de competir en unos Juegos Olímpicos y es la única atleta femenina de la delegación salvadoreña en París 2024 que está conformada por ocho deportistas.
En París 2024, Celina nadará los 100 metros espalda en la que están inscritas 36 atletas. La salvadoreña verá acción en el heat 2 junto a la guatemalteca Lucero Mejía, la china Sum Yuet Cheung, la kazaja Xeniya Ignatova, la israelí Aviv Barzelay, la triniteña Zuri Ferguson, la dominicana Elizabeth Jiménez y Amani Alobaidli, de Bahréin.
Para Márquez esta participación será especial. “Hace 12 meses no estaba ni segura de que quisiera seguir nadando y creo que ha sido un logro personal, pero siempre de la mano con las instituciones correspondientes y estoy orgullosa de representar a El Salvador”, comentó.
Márquez comenzó su carrera deportiva a los siete años y su esfuerzo y dedicación la posicionaron como una de las figuras emergentes de la natación salvadoreña. En 2014 representó a El Salvador en los Juegos Olímpicos de la Juventud Nanjing, competencia que le dio mayor envión a su sueño de llegar a unos olímpicos mayores.
Celina representó a El Salvador en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 en los que fue la abanderada nacional junto al velerista Enrique Arathoon y, con 22 años. fue la atleta más joven del contingente cuscatleco. En la capital nipona nadó los 100 y 200 metros dorso.
“Estoy super contenta, la piscina se sintió súper bien y se empiezan a sentir las emociones de ver a todos los atletas. Estoy contenta de poder representar a El Salvador y orgullosa con el trabajo que se ha hecho con el Comité Olímpico, el INDES y la federación. Se siente como la primera vez, pero es una experiencia totalmente diferente, son dos mundos diferentes y París y Tokio son grandes ciudades”, mencionó.
La nadadora salvadoreña ya realizó un par de prácticas en la piscina de París La Défense Arena.
“La meta es hacer el mejor trabajo posible, disfrutarlo. No sólo estamos por la competencia, también representamos al país, a nuestra familia y a nuestros amigos. Es como una redención personal, no creía que podía estar acá hace un año y muy pocos atletas podemos decir que estamos orgullosos de nosotros mismos. Es algo personal y es como una redención propia”, dijo Márquez.