El condenado ejerció violencia física contra la victima que culminó con su muerte.
CHALATENANGO. Vecinos respondieron a los gritos de auxilio, pero al llegar, Galdámez les dijo que «no pasaba nada» y abandonó la vivienda. La víctima, malherida, fue encontrada por un familiar, pero ya no tenía signos vitales cuando llegó la policía.
Galdámez fue detenido a las 7 p.m. en su casa en el cantón Barillas de Comalapa como principal sospechoso del feminicidio. La investigación estableció la autoría del sujeto, y la jueza del Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres en San Salvador impuso la pena máxima de 50 años de prisión.
Testigos fueron coherentes y concordantes en sus relatos sobre los hechos, respaldados por pruebas científicas como el análisis de ADN en la ropa de Galdámez y bajo las uñas de la víctima, identificando claramente los perfiles.