Producto de una serie de sismos registrados en la península Reykjanes, en Islandia, se activó una alerta de erupción volcánica en la región.
El Departamento de Protección Civil y Emergencias ordenó la evacuación del pueblo de Grindavík por acumulación de magma subterráneo que podría afectar a cerca de 4.000 habitantes.
«Los terremotos pueden volverse más importantes» y «esta serie de eventos podría provocar una erupción», advirtió la administración de Protección Civil.
OMI detalló que en total fueron dos sismos de magnitud 5,2 los que provocaron el siniestro que llevó a las evacuaciones en Grindavík.
Ambos sismos se sintieron en gran parte de la costa sur de Islandia.
La emergencia provocó que el spa geotérmico “Blue Lagoon” fuera cerrado y se llevara a cabo la evacuación acelerada de varios turistas.