Tras su retiro se dedicó a la crianza de vacaciones Hereford y de ovejas para la producción de lana, una vuelta al origen de los negocios familiares.
ARGENTINA.- Murió este viernes a los 89 años Gregorio Pérez Companc, el cuarto empresario más rico de Argentina, dedicado a los rubros de alimentos, energía y ganadero, con una fortuna de 4.200 millones de dólares según Forbes.
No se hicieron públicas las causas de la muerte de Pérez Companc, quien en 2009 había cedido a sus siete hijos la administración de sus empresas, que van desde la petrolera PeCom, pasando por la agroindustrial Molinos Agro, hasta la productora de alimentos Molinos Río de La Plata, una de las más importantes de Argentina.
«La BCBA expresa su hondo a pesar por el fallecimiento de Gregorio Pérez Companc. Verdadero empresario modelo y artífice de firmas emblemáticas como Molinos Río de la Plata», publicó la cuenta oficial de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires en X.
Nacido en 1934, Gregorio Perez Companc, conocido como «Goyo», fue adoptado a los 11 años por Margarita Companc de Perez Acuña, parte de una familia que se dedicaba a la producción de lana de oveja y que luego se amplió a los rubros naviero. , forestal, financiero y petrolero.
Gregorio quedó a cargo de esos negocios tras el fallecimiento de sus hermanos y, con el desarrollo de sus emprendimientos petroleros, se convirtió en uno de los empresarios más influyentes del ámbito local. Su nombre fue sinónimo de riqueza y poder, aunque se mantuvo siempre un bajo perfil.
Con el paso del tiempo, Pérez Companc se concentró en el negocio agroindustrial y de producción de alimentos con Molinos Río de la Plata, que nucleara decenas de marcas de consumo masivo en Argentina.