Tres expresidente de la República de El Salvador en los últimos años y dos de la Asamblea Legislativa, forman parte de los exfuncionarios prófugos de la justicia que tiene el país. Son acusados por la fiscalía de lavado de dinero y activos, enriquecimiento ilícito, encubrimiento, peculado y hasta de negociar con las maras beneficios a cambio de ganar las elecciones presidenciales de 2014.
Entre ellos sobresale Alfredo Cristiani, expresidente de la República por ARENA, acusado de lavado de dinero y activos. Además, es señalado por los asesinatos de los seis sacerdotes jesuitas de la UCA.
Mauricio Funes, expresidente de la república por el FMLN, sobre quien pesan media docena de proceso, ya ha sido condenado en dos ocasiones, primero a 14 años de prisión por haber promovido, facilitado e impulsado la tregua con pandillas entre marzo de 2012 y agosto de 2013, la sentencia fue dictaminada por el Juzgado Especializado de Sentencia C.
La segunda condena estuvo a cargo del Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador quien impuso 6 años de cárcel el delito de defraudación al fisco, en la modalidad de evasión de impuestos que fue cometido en 2014 cuando brindó falsa información al fisco.
Salvador Sánchez Ceren, expresidente de la república por el FMLN, acusado de lavado de dinero y peculado.
Sigfrido Reyes, expresidente de la Asamblea Legislativa, quien es acusado de los delitos de lavado de dinero, peculado, falsedad documental, incumplimiento de deberes y estafa agravada.
Norman Quijano, expresidente del Órgano Legislativo por el partido ARENA, el 10 de noviembre de 2022, la Cámara Primero de lo Penal de San Salvador, ordenó que Quijano (quien aparentemente vive en Honduras) sea enjuiciado luego que la FGR informó tener pruebas de la reunión que sostuvo con mareros a quienes habría ofrecido $100 millones, siempre y cuando resultara ganador en las elecciones.
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