«Los porcentajes son más altos: la gente se siente más segura y hay más confianza entre los vecinos. La gente es más optimista sobre el futuro», afirmó Marroquín.
EL SALVADOR.- La Dirección de Reconstrucción del Tejido Social, presentó los resultados de la encuesta de monitoreo del impacto de los Centros Urbanos de Bienestar y Oportunidades (CUBO), realizada para conocer el alcance de este programa gubernamental, que forma parte de la fase II del Plan Control Territorial, denominada «Oportunidades».
El estudio reveló que un 98 % de los niños hasta los 11 años, se sienten seguros en estos espacios; un 96 % en el caso de los adolescentes entre 12 y 17 años, y un 97 % de los jóvenes y adultos mayores de 18 años.
«Esto valida la estrategia de seguridad del presidente Nayib Bukele en las comunidades, donde nosotros trabajamos», afirmó el director de Tejido Social, Carlos Marroquín.
Si bien la percepción de seguridad se siente en todo el país, en los sitios donde hay un CUBO «los porcentajes son más altos: la gente se siente más segura y hay más confianza entre los vecinos. La gente es más optimista sobre el futuro», afirmó Marroquín.
La encuesta indica que un 34 % de niños y adolescentes de las comunidades donde operan estos centros los visitan entre 2 o 3 veces a la semana, mientras que un 39 % de los adultos lo hacen con la misma frecuencia. Los CUBO también son visitados de forma diaria por un 17 % de niños y adolescentes y por un 12 % de los adultos.
Las actividades en los CUBO en las que más participan sus usuarios, niños, adolescentes, jóvenes y adultos, son los talleres y cursos, seguido de lectura en las bibliotecas que forman parte de estos centros y el uso de computadoras, según el director Marroquín.
Los resultados de esta encuesta miden el impacto que han tenido los CUBO en las 11 comunidades donde están instalados: El Tamarindo, en Conchagua; comunidad Emanuel, en Santa Ana; colonia Sitio del Niño, en San Juan Opico; colonia IVU, en San Salvador; reparto Santa Lucía y colonia Zacamil, en Mejicanos; Panchimalco; Milagro de la Paz, en San Miguel; colonia San José, en Soyapango; San Luis Talpa, y urbanización Valle Verde, en Apopa.
Los resultados que arroja esta encuesta sobre el impacto de los CUBO en las comunidades «nos da un parámetro de que la gente no quiere regresar de donde vinieron. Los CUBO se han convertido en un espacio seguro para niños, jóvenes y adultos, para que puedan desarrollarse de manera integral», concluyó Marroquín.
