«Lo sucedido puede ocurrir en cualquier parte del mundo, en cualquier tiempo y en cualquier sistema de salud, y El Salvador es de los que menos situaciones de esto tiene cuando se hace la comparativa a nivel internacional», aseguró Alabi.
EL SALVADOR.- El pasado 17 de marzo, La Prensa Gráfica (LPG) informó que «el Ministerio de Salud distribuyó medicamentos no aptos para consumo humano que se declararon no aptos para el consumo humano… que fueron entregados a pacientes de la red pública de salud entre 2021 y 2023».
En ese contexto, el ministro Francisco Alabi aclaró que no existe «ninguna afectación en la salud» de los salvadoreños. LPG indicó que el medicamento se entregó a menores de edad, mujeres que recibieron tratamientos anticonceptivos y pacientes en general.
«Es muy importante comprender que en cualquier sistema de salud, -esto no pasa solo en El Salvador-, se tiene el ingreso de todo tipo de medicamentos» que tienen un proceso de vigilancia que permite que si existe una «anormalidad» en el medicamento, se pueda captar y retirar con el objetivo de que no genere afectaciones en la salud de la población, justificó Alabi.
Entonces, Alabi aclaró que dentro del Ministerio de Salud «no ha habido un medicamento que tenga una contaminación que pueda poner en riesgo la salud».
¿Cómo se explica lo que sucedió? Alabi esclareció que «no es lo mismo un medicamento que independientemente por la formulación que se hizo esté generando algún tipo de cambios fisicoquímicos en su apariencia; a que se tenga un medicamento que está contaminado, estas son una gran diferencia», dijo.
Lo anterior demuestra, según Alabi, que todos los años puede suceder que ingrese un medicamento que cumplía con todos los parámetros de calidad, pero al estar almacenado por una u otra razón o por una calidad «inadecuada» del medicamento genere algún tipo de sedimento o residuo, en el caso de las soluciones.
«Esto no es el deber ser, entonces, dentro del análisis que se está haciendo en toda la red, se capta ese medicamento, se manda un estudio al laboratorio de calidad, se verifica y se retira», indicó Alabi.
Seguidamente, se inicia un procedimiento administrativo contra el suministrarte que tiene que responder por lo que envió.
«Lo sucedido puede ocurrir en cualquier parte del mundo, en cualquier tiempo y en cualquier sistema de salud, y El Salvador es de los que menos situaciones de esto tiene cuando se hace la comparativa a nivel internacional», aseguró Alabi.
Finalmente, Alabi remarcó que en este caso, el medicamento se retiró «totalmente» y se está a la espera de que las empresas entregue las diferentes contrapartes.