por David Hernández / Escritor, Phd, máster en CC. PP. por las universidades de Hannover y Berlín, Alemania
La inauguración del moderno edificio de la nueva biblioteca nacional, construido gracias a la cooperación internacional de la República Popular China, abre un espacio inédito del desarrollo cultural del país, a través de sus múltiples posibilidades que abarcan las artes y las ciencias. Ubicado en el corazón del Centro Histórico, con una arquitectura moderna que hace un excelente contraste con el edificio del Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana, la biblioteca debe convertirse en un espacio abierto, no solo para el fomento de la lectura, sino también para las artes en general, pues se trata de un estratégico polo de difusión cultural donde será posible realizar distintas actividades artísticas, como recitales de poesía, presentaciones de teatro, danza, baile y de libros, conferencias de cultura general y científicas, así como un club de cine fórum.
Sería estimulante para las nuevas generaciones de escritores crear en la Biblioteca Nacional de El Salvador un taller de letras que contemple talleres de poesía, cuento, novela y ensayo, donde participen los escritores nacionales consagrados y los jóvenes. Y es que no se trata solo de albergar en su edificio los libros escritos de la actual Biblioteca Nacional, sino de la gran cantidad de donaciones de nuevos libros que serán entregados por diferentes instituciones, como embajadas, asociaciones culturales y organismos internacionales.
Un importante rol jugará el equipamiento digital del cual será dotada la nueva biblioteca, con las enormes posibilidades que implica la conexión con las pistas internacionales de internet y el uso de buscadores como Google, completamente automatizado, que utiliza programas de «software» denominados «rastreadores web» para explorar la web periódicamente en busca de páginas que pueda añadir a su índice. Las posibilidades de conexión con la red de bibliotecas nacionales e internacionales a través de este sistema digital son infinitas, con acceso a la producción científica y artística del planeta. Para ello se requerirá del apoyo de la cooperación Sur-Sur con la República Popular China y de otras contrapartes de la cooperación internacional.
Un excelente proyecto sería la edición impresa y digital de las 100 mejores obras de la literatura nacional, para acrecentar el acervo cultural de los lectores, investigadores y especialistas de la literatura salvadoreña. Se podría implementar, con ayuda de la cooperación china, una cátedra abierta de mandarín mediante cursos libres en la biblioteca, y establecer apoyos para la organización y el traslado de conferenciantes de la República Popular China sobre temas de ciencia, arte, cultura, deportes, ballet, ópera y danza.
Otras actividades que enriquecerían la biblioteca nacional serían constituir un equipo de animadores de la lectura que se encargaran de promover tanto a nivel del sistema de educación nacional como en las universidades, los hospitales, las cárceles y los asilos el amor por la lectura de libros de la literatura nacional y universal; apoyo de instituciones multilaterales, como la ONU, la OEA, la Unesco, la Unión Europea y las embajadas de España, Alemania, Rusia, China, Estados Unidos y Latinoamérica; crear una biblioteca digital con un banco digital que contenga las principales obras de la literatura mundial y que tenga acceso a las investigaciones científicas de las universidades y las bibliotecas del mundo, así como la bibliografía relativa al deporte, la cultura en general, las ciencias políticas y las ciencias aplicadas; acceso gratuito para todos los usuarios, disponible en español, inglés y mandarín; digitalización de todos los servicios a ofrecer; escanear las obras en físico que se conservan en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional; crear un repositorio universal conteniendo el acceso a los principales libros de ciencias, arte, cultura, deportes y política mediante un sistema de fácil e inmediato acceso.
La gran tarea será la de transformar el edificio de la biblioteca en un centro cultural activo que mantenga una atractiva oferta cultural permanente, abierto y accesible la mayor parte del día. Sería excelente crear una sala de exposiciones donde se programen exposiciones de artes plásticas tanto de artistas nacionales como internacionales. Realizar una campaña permanente del hábito de la lectura, a través de conferencias especializadas, foros, talleres, diplomados, debates y mesas redondas que promuevan la lectura entre los jóvenes, pero extensiva a todos los ciudadanos del país.
Con un edificio de ensueño como la actual biblioteca el límite es el cielo.
