HONDURAS.- Tras una audiencia inicial llevada a cabo en los Juzgados de Tegucigalpa, el exdirector de la cárcel de máxima seguridad La Tolva, Rodimiro Arita, recibió una acusación por un delito más. Se le sumó el delito de asociación para delinquir, lo que llevó a la determinación de decretarle detención judicial.
Desde entonces, permanece recluido en la cárcel de Támara.
Arita enfrenta cargos adicionales por su presunta participación en la introducción de 445 mil lempiras en efectivo al centro penal, destinados a miembros de la pandilla 18.
Arita, coronel y funcionario penitenciario, ya enfrentaba acusaciones por delitos de lavado de activos y violación a los deberes de los funcionarios.
Aunque inicialmente alegó que el dinero estaba destinado para la cena navideña de los reclusos, la Fiscalía lo acusa de introducir fondos ilícitos a la prisión.
La defensa cuestionó la inclusión del delito de asociación para delinquir, calificándolo como un acto sin evidencia.
En tanto, la profesional de derecho que entregó el dinero al exdirector, Diana Gissela Zelaya Banegas, fue detenida el lunes y enfrenta cargos por su presunta participación en el caso.