Por Julio Rodríguez / Periodista
EL SALVADOR.- Me puse la mochila al hombro y tomé el valor que el Señor me ordena en Josué 1:9, muchos lo sabemos de memoria. Entonces saldré buscar historias de vida.
Pero no cualquier historia, sino las que mueven corazones a la solidaridad, que inspiran a otros, que retratan a héroes humanos, en fin, las que son pruebas tangibles de la existencia de un Dios poderoso y amoroso.
Esas que son enseñanzas de vida en manos del Maestro de Galilea.
No hay mucho, pero sé que le sirvo a un Jefe que me ha dado una Asignación Especial, por lo que no faltarán los recursos y si faltan bastarán los qué hay.
Levantarme de una silla de ruedas y darme nuevos pies, es un milagro que demanda pruebas.
Soy periodista y el Señor me ha dado los talentos sobre los que un día me pedirán cuentas. Si es necesario caminar, pedir raid, soportar sol y lluvia, espero estar a la altura. Sin alforja fueron enviados algunos.
Muchos nos quejamos de falta de empleo, hay que buscar que hacer para el Reino, estoy seguro que lo demás vendrá por añadidura.
Una vez escribí una historia que titulé “Sin manos a la obra”, así debemos creer, porque regularmente una enfermedad o un problema nos deja sin nada, sin recursos para empezar, pero muchos han salido adelante con casi nada o sin nada, pero es cuestión de tener fe y actitud para mover el milagro.
Porque para Dios nada es imposible. ¿Te sumas a esta misión?