Por Nelson Flores.
Especialista en Administración Pública, graduado de la Universidad de Nuevo México, EEUU. Consultor de Cooperación Internacional.
EL SALVADOR.- ¿Qué es la vida?
La pregunta histórica del hombre y que todos de alguna u otra forma dependiendo de la percepción nos hemos hecho alguna vez, además de lo que nos espera al ser humano después de esta vida física. La vida después de la vida siempre ha sido motivo de estudio, de atención y curiosidad por parte del hombre de todas las culturas y civilizaciones a través de la historia, esta rama de estudio se llama Tanatología, del griego tantos, que significa separación y logos (tratado o estudio), se entiende como la separación del alma que abandona el cuerpo al momento de morir.
La pregunta por el sentido de la vida y la filosofía nacen en el mundo griego; la angustia que genera la finitud de la existencia humana es lo que motiva al hombre preguntarse por el sentido de la vida.
Filósofos griegos como Epicuro, relacionaban el sentido de la vida con el placer o el disfrute, quizá para algunos el disfrute, es una vista cerca del mar, para otros tener buenas compañías o para muchos el disfrute este asociado con el placer sexual, o quienes encuentran en la soledad su oasis de felicidad, mientras otros yendo de compras a los centros comerciales.
¿Será que la vida es únicamente gozar de esas pequeñas o grandes cosas?
No es así, también en la vida debemos asumir responsabilidades en ciertos procesos como las enfermedades o la muerte que traen sufrimiento. También debemos considerar que el concepto de la vida se ha definido por diferentes disciplinas, como la Biología, la Física y la Filosofía misma, las que nos dan diferentes respuestas: para la Biología es la capacidad de nacer, respirar, desarrollarse, procrear y morir. Para la Filosofía existencialista de acuerdo al francés Sartre, «el ser humano nace sin esencia, sin rumbo sin sentido…»
El existencialismo defiende que el individuo es libre y totalmente responsable de sus actos.
Para el pensador danés Kierkegaard, abrió la espita del grifo de la angustia existencial al plantearse las amargas decisiones que continuamente nos vemos obligados a tomar en la vida, el hombre es libre por naturaleza para seguir un ejemplo concreto o no seguirlo, no hay forma de renunciar a la libertad, a nadie podemos responsabilizar de nuestros actos más que a nosotros mismos.
¿Qué es la vida, según la Biblia?
La vida es un lugar de prueba, Dios nos envió a la tierra para aprender y crecer en medio de la alegría y la tristeza, riqueza y pobreza, salud y enfermedad, triunfos y fracasos, Él nos permite elegir entre el bien y el mal a lo largo de nuestra existencia.
La Biblia nos dice que nuestro Creador trazó un plan para que nosotros viviéramos por fe y regresáramos a vivir con Él algún día, su plan da significado a nuestras vidas y contesta las grandes preguntas, ¿De dónde venimos?, ¿Porque estoy aquí?, ¿Que pasará después que yo muera?
La Biblia nos relata que nuestra historia comienza en el Cielo, dónde estábamos antes como un espíritu con Dios y el resto de Ángeles, Dios nos envió a todos a la tierra a recibir un cuerpo físico a enfrentar desafíos y aprender a ser como Él.
El plan de Dios no es casualidad, está diseñado cuidadosamente para darte las experiencias que necesitas para regresar con Él; Juan 17: 3 dice: «Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo a quien has enviado». Dios nos conoce personalmente, Él sabe lo que enfrentamos, porque Él preparó el camino de nuestras vidas.
¿Hay vida después de la muerte? Es otra gran pregunta del hombre, ¿Quién nos asegura que cuando ya estemos inertes, en una caja podemos tener la esperanza otra vez de volver a vivir?, nadie en esta tierra nos puede asegurar que hay más allá cuando cruzamos el túnel de la muerte. La Biblia es el único libro que nos detalla con grandes ilustraciones respecto a lo que es la muerte y que vamos a encontrar después.
La Biblia nos revela que la raza humana no es el resultado de un orden evolutivo, dice en Génesis 1:27 “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó». Dios tomo polvo de la tierra formó a este hombre y le dio soplo de vida, y le puso la eternidad en el corazón del hombre, sin embargo millones viven como si esta vida lo es todo y despreocupados del destino final y el juicio que un día tenemos que enfrentar ante el trono de Dios, de todo lo que hicimos mientras vivíamos en la tierra; si fuiste famoso, rico o poderoso todo tiene que terminar, cuando ya tienes 70 o 80 años, ya te das cuenta que rápido pasó la vida y Dios pedirá cuentas de lo que hiciste en esta tierra; en Hebreos 9:27 dice: «Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio». Dios no nos hizo robots, Él nos dio la capacidad de elegir entre el bien y el mal, pero el hombre optó por la desobediencia, y al desobedecer el mandato de Dios, entró el pecado y como consecuencia heredamos una maldición y el hombre comenzó a envejecer y morir, el pecado es lo que provoca que el hombre muera.
El hombre al separarse de Dios, creó las religiones como una forma de buscar la presencia o reencontrarse con su Dios, el gran error es que ninguna religión nos lleva al Cielo a la presencia de Dios, sino únicamente a través de un hombre que se llama Jesús de Nazareth, no son los hombres los que nos salva, es la sangre de Jesucristo, el ser humano no conoce la Biblia, por eso es engañado por cualquier persona, por no darle tiempo al estudio sistemático de la palabra de Dios, el Nuevo Testamento nos enseña que cuando el hombre muere solo tiene dos destinos, el cielo o el infierno, no hay lugares intermedios, El Mesías nos explica que las almas de los justos muestran fe en Dios aún en el más allá, para nosotros los creyentes hijos del Dios Altísimo, la muerte ya no es un problema, Juan 11: 25:26 dice: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muero vivirá. “Y todo aquel que vive y cree en mí no morirá eternamente” ¿Crees esto? «.
